PUERTO VALLARTA EN RIESGO POR FALTA DE COMPROMISO CÍVICO

Puerto Vallarta está reconocido mundialmente, gracias a la combinación única de su belleza natural, por su hospitalidad y sobretodo por su gran oferta turística. Sin embargo, detrás de todo este esplendor por sus playas, y su importante vía nocturna, persisten problemas de estructura que amenazan su imagen y calidad de vida. La limpieza y el mantenimiento urbano, incluyendo la recolección de la basura, el estado de las banquetas y el alumbrado público, que resultan ser aspectos, que en verdad requieren un esfuerzo conjunto entre las autoridades y la ciudadanía

MAS QUE UN TEMA ESTÉTICO

Puerto Vallarta no sólo debe ser atractivo visualmente, sino también se debe percibir la seguridad y funcionalidad, tanto para visitantes como para los residentes. La acumulación de basuras en las calles no sólo está generando una impresión negativa, sino que también acumula  problemas sanitarios ya que puede atraer plagas y malos olores. De la misma manera, la falta de un alumbrado público incrementa el riesgo de accidentes y facilita la comisión de delitos, afectando así tanto a turistas como locales.

No podemos negar que las autoridades municipales tienen la responsabilidad de garantizar servicios de limpieza eficientes, recolección de desechos y el mantenimiento del alumbrado público. Sin embargo, el problema no sólo es administrativo. La indiferencia del ciudadano hacia su entorno juega un papel determinante. Tirar la basura en la calle, ignorar la limpieza de los frentes de las casas y de los negocios o no reportar las luminarias dañadas, contribuye a la degradación del espacio público.

Un ejemplo evidente del descuido urbano  y que pocas veces ( si no es que nulas) se ha mencionado en cualquier discurso político, es la persistencia de cabinas telefónicas en desuso en el centro de la ciudad y la zona romántica. Éstos son restos del pasado, propiedad de Telmex Infinitum, que han dejado de ser un servicio útil para convertirse en estructuras obsoletas que afectan a la estética de las calles y están representando un riesgo potencial. En muchas ciudades, estas cabinas están siendo retiradas o reutilizadas en beneficio de la comunidad, sin embargo, en puerto Vallarta continúan ocupando un espacio sin ninguna funcionalidad.

Esto no se limita al impacto visual negativo, va más allá, ya que estas cabinas suelen ser utilizadas para actividades ilícitas o simplemente convertirse en depósitos de basura o campamento para los indigentes. Ante esta situación será momento de exigir a la empresa Telmex, el retiro de dichas cabinas en beneficio de la sociedad Vallartense.

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

Mantener el esplendor de puerto Vallarta, será fundamental para todos los factores involucrados, y que a su vez asuma su responsabilidad y compromiso en beneficio de la ciudad.

La responsabilidad compartida se refiere a la obligación que tenemos todos los miembros de una comunidad, incluyendo ciudadanos, autoridades y también los visitantes, para construir al bienestar y la conservación de la ciudad. Esto incluye aspectos como la limpieza de las calles y banquetas, el respeto mutuo, el reporte de incidentes y la debida separación de la basura. Por citar un ejemplo, la limpieza de la calle es una responsabilidad compartida que requiere la participación activa de todos. Los ciudadanos debemos asegurarnos de no tirar basura en las calles, mientras que las autoridades se encargarán de proporcionar recursos y servicios necesarios para mantenerlas limpias. De la misma manera, los visitantes deberán respetar las normas y  regulaciones de la ciudad para así contribuir y mantener su limpieza.

Un aspecto fundamental es el respeto mutuo. Donde los ciudadanos debemos respetar los espacios públicos y los privados, mientras que las autoridades deban garantizar que se respeten los derechos de todos. Los visitantes también deben respetar la cultura y las tradiciones de la ciudad.

Mantener la belleza y funcionalidad de Puerto Vallarta, no sólo es una tarea exclusiva del gobierno, sino también un compromiso colectivo. Es una responsabilidad compartida. Para esto, en mi opinión, será necesario:

1)        Exigir revisión de cuentas: donde la ciudadanía pueda hacer valer su voz y exija a las autoridades del municipio acciones efectivas de limpieza y mantenimiento urbano.

2)        Participación activa: manteniendo limpio el frente de nuestras viviendas y negocios, aprender a respetar los horarios de recolección de basura, denunciar aquellos vecinos o comerciantes que no respetan los horarios y sobre todo reportar las fallas de luminarias y banquetas de la ciudad.

3)        Denunciar el abandono urbano: las estructuras en desusos, automóviles, abandonados, deberán ser retirados o adoptados para nuevos propósitos.

4)        Conciencia comunitaria: la educación sobre el impacto del descuido urbano en la calidad de vida y el turismo será fundamental para lograr un cambio cultural.

5)        Iniciativa ciudadanas: crear programas de limpieza voluntaria, reforestación urbana y adoptar espacios públicos que puedan marcar la diferencia.

Es de reconocer que Puerto Vallarta no sólo compite con otros destinos turísticos, por su belleza de las playas y su oferta hotelera, sino también por la calidad de su entorno urbano. No debemos permitir que la desidia y la falta de acción deterioren lo que ha costado construir por décadas.

 La responsabilidad compartida y el compromiso colectivo son fundamentales para mantener la belleza y la salud de Puerto Vallarta. Todos los actores involucrados debemos asumir nuestra responsabilidad para construir el bienestar y conservación de la ciudad.

Nos corresponde a asumir la responsabilidad y cuidar del destino que nos da identidad, sustento y hogar.

 


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