LA DESERCIÓN ESCOLAR

En vísperas de concluir el periodo escolar 2023-2024, la educación mexicana está enfrentando un desafío enorme: una alta tasa de deserción escolar de todos los niveles educativos. Tan sólo tres estudiantes que ingresan a la primaria logran concluir su universidad, es un dato alarmante que resalta la urgencia de abordar este problema desde múltiples frentes.

 

Según el Instituto Nacional De Estadística Y Geografía (INEGI), esta situación en México varía según el nivel educativo. En primarias, la media de deserción es de 0.3%, mientras que a nivel secundaria aumenta a 2.7%. Resulta ser más crítica a nivel medio superior, con una taza de 8.7% y a nivel superior logra alcanzar el 6%. Estas cifras son el reflejo de una problemática compleja que requiere un análisis profundo y la implementación de medidas urgentes por parte de autoridades educativas, las familias y el sector empresarial.

Factores que contribuyen a la deserción escolar:

·      Factores socioeconómicos. La pobreza, la falta de accesos a servicios básicos y sobretodo la necesidad de trabajar a temprana edad, son factores que obligan a muchos de nuestros jóvenes a abandonar sus estudios. En un México, donde las desigualdades económicas son realmente profundas, la educación se ve relegada frente a la necesidad de contribuir a los ingresos de la familia.

·      Factores educativos. La calidad tan baja de la enseñanza, la falta de motivación entre los estudiantes y la inadecuada atención a la diversidad. Son factores que están agravando esta situación. La insuficiente capacidad docente y lo obsoleto de los planes de estudio juegan un papel importante en este contexto.

Otra parte de los retos que enfrentamos se relacionan con la forma y el estilo como se está manejando la política educativa. Los factores más notorios es la evidente de esta articulación del sistema educativo nacional, la ausencia de un sistema de gobernanza para la educación, la falta de capacitación y evaluación docente y en general, una falta de participación de la sociedad.

·      Factores familiares. La violencia doméstica, la desintegración familiar, así como la falta de apoyo de los padres son factores determinantes que tienden a impulsar a nuestras niñas, niños y adolescentes a dejar la escuela. El entorno de la familia es fundamental para el desarrollo educativo, cuando esto es desfavorable el impacto en la continuidad escolar es significativo.

¡A combatir la deserción escolar!

Para superar este reto, será vital implementar medidas que abordan los distintos factores que influyen en la deserción escolar:

a)        Becas y apoyos económicos. Cerrar social, ofrecer ayuda económica a las familias de escasos recursos para que puedan cubrir los gastos educativos de sus hijos, reduciendo así la necesidad de las niñas, niños y adolescentes trabajen y así se aumente la posibilidad de qué completen su educación.

A pesar de qué la propuesta de la actual administración a favor de las becas educativas, los resultados sugieren que sus objetivos están lejos de alcanzarse puesto que han presentado efectos regresivos.

b)        Educación de calidad. Se debe invertir en la formación y capacitación de los docentes, actualizar los planes de estudio y que se dote a las escuelas de la infraestructura adecuada.

Es imprescindible que se implemente una real valoración de los docentes que brinde al magisterio las herramientas, incentivos y capacidades para enfrentar los retos del sistema actual educativo.

Esto es esencial. Motivar a los estudiantes, permanecer en la escuela y aprovechar su máximo potencial.

c)        Orientación vocacional. Si proveerán los estudiantes de herramientas necesarias para identificar sus intereses y aptitudes, para así poder ayudarles a elegir un camino académico que esté alineado con sus aspiraciones. Esto reducirá el riesgo de abandono escolar.

d)        Participación de la familia. El reto más importante. Involucrar a los padres de familia en los procesos educativos de sus hijos. Fomentar la comunicación y el apoyo escolar en Casa, podrá tener un impacto positivo ya que motivarán al estudiante y mejorará su rendimiento académico.

e)        Atención a las necesidades socio emocionales. Es imperativo, implementar programas de atención psicológica y social que abordan problemas como el bullying, la falta de motivación y la baja autoestima.

Reforzar la tutoría académica y emocional dentro de las escuelas. Es esencial que exista un entorno escolar saludable, en búsqueda del bienestar y éxito de los estudiantes.

 La deserción escolar es una problemática compleja que ciertamente requiere de la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Las autoridades educativas, las familias, las organizaciones civiles y empresariales, así como la comunidad en general debemos trabajar en conjunto para garantizar el derecho a la educación de todas las niñas, niños y adolescentes en México.

El combate a la deserción escolar no sólo será responsabilidad del gobierno, es importante considerar que la familia juega un papel importante en motivar y apoyar a sus hijos para que inicien o continúen estudiando.

Recordemos que, en México, la educación es un derecho básico que se encuentra establecido en el artículo 3º de nuestra Constitución, dónde se establece y se garantiza el acceso a toda persona de forma universal, inclusiva, pública, laica y gratuita, derecho que proporciona habilidades y conocimientos necesarios para las niñas, niños y adolescentes con la finalidad desarrollarse en la vida adulta.

La participación del sector empresarial también será fundamental en los sistemas medios superior y superior educativo en México, a través de las representaciones empresariales se puede incluir un modelo inclusivo para fortalecer las especialidades académicas dotando de las herramientas necesarias para que nuestros jóvenes puedan enfrentar los desafíos de una vida laboral o emprendimiento. El sector productivo puede participar en el sector educativo.

Unidos, podremos construir un futuro próspero para México, Donde pongamos en primer lugar a la educación y que sea un pilar fundamental para el desarrollo personal y social.

Francisco Gabriel Vizcaino