¿Y SI SALIMOS AL MUNDO?

UN LLAMADO A LAS MIPYMES A PENSAR INTERNACIONALIZARSE.

 

Para muchos emprendedores, llega un determinado momento donde nos preguntamos ¿cómo puedo crecer mi negocio sin perder lo que soy?

En mi camino como asesor y observador de los mercados, he llegado a la conclusión de que: el mundo ya no está dividido entre lo local y lo internacional. Hoy en día, o se es parte del mundo o uno se queda encerrado en el mismo lugar donde nació la idea de negocio. Y para nuestras pequeñas y medianas empresas esta podría ser la mejor noticia o la más ignorada.

LA INTERNACIONALIZACIÓN COMO SUPERVIVENCIA, NO COMO LUJO

 

Cuando escuchamos sobre negocios internacionales, normalmente nos imaginamos grandes corporativos, como despachos de abogados con trajes grises y reuniones con traductores. Sin embargo, esa no es la única realidad. Hoy en día una cocina casera, una barbería, o un taller artesanal con una idea bien ejecutada podría cruzar fronteras, siempre y cuando se cuenta con una buena estrategia y sobre todo valor.

Esto, sin Romantizarlo. Para el Centro de Comercio Internacional (ITC), las pequeñas y medianas empresas constituyen el motor más concentrado y próspero innovador del comercio mundial y el crecimiento económico. A lo que un 95% de las empresas mundiales pertenecen al grupo de las PYME. Aló que la Organización Mundial del Comercio (OMC) confirma que más del 45% de las exportaciones de bienes y servicios en América Latina provienen de pequeñas y medianas empresas. Esto destaca la importancia de este sector en el comercio internacional de la región y su contribución al crecimiento. Aún así, en México, menos del 10% de las micros, pequeñas y medianas empresas participan activamente en el comercio exterior (INEGI). ¿Qué nos esta frenando?

 

NO ES MI MOMENTO

 

Muchas veces creemos que invertir fuera del país o exportar es un paso que no alcanzaremos o que lo dejaremos para después. Después de que logremos crecer más, después de tener más colaboradores, después de que llegue un inversionista que nos apalanque. Pero mucho ojo, el mundo no espera. El mundo sigue.

Y mientras mucho empresario continúa esperando, otros países como Colombia, Chile o Perú están generando políticas públicas, creando alianzas comerciales y plataformas que impulsan a sus MIPyMEs a la globalización. Se trata de voltear a ver otros países como están impulsando sus exportaciones de productos no tradicionales que provienen de este sector empresarial. Entonces ¿Por qué nosotros no?

Estamos de acuerdo en algo: no todos los países tienen la seguridad para invertir o exportar. Es aquí donde va a entrar un concepto clave que todo pequeño empresario debe considerar: el riesgo país.

Éste es un indicador que nos muestra que tan estable y confiable es un país para hacer negocios. Se calcula con base en su deuda, su economía, las políticas y lo creas o no hasta en su cultura empresarial. Y aunque suene bastante técnico, hay formas muy simples de comprenderlo. Existen agencias internacionales que publican calificaciones que van desde la excelencia hasta el alto riesgo. Por ejemplo, España, mantiene una calificación estable, lo que la posiciona como un destino seguro para una inversión moderada y lograr negocios sostenibles.

Sin embargo, más allá de una calificación lo importante siempre será que las decisiones se tomen con información y estrategia y no con miedos.

Actualmente tenemos gracias al Internet bastante información que nos facilitará la investigación de los mercados internacionales. Tenemos herramientas para analizar los riesgos y comprender cómo están las finanzas de un país con un solo clic. Eso se debe aprovechar.

 

¿PENSAR EN EL EXTERIOR?

 

No se trata de proponer que todas las MIPyMEs el día de mañana vayan a abrir una nueva sucursal a Madrid. Aquí es plantar una idea donde se propone que dejen de pensar sólo en lo local y se cuestionen:

¿Mi producto podría funcionar en otro país?

¿Qué requiero aprender para dar este salto?

¿Cuál es mi diferenciador?

 

Aún así, lo más importante será que empiecen a formar redes, participar en ferias internacionales, buscar asesorías gratuitas o que se ajusten a sus presupuestos como las que ofrece ProMéxico, la Secretaria de Economía o el propio Coparmex con su comisión Internacional.

 

Lo que si debemos aceptar es que el mundo no esta tan lejos como parece. No es la capacidad lo que nos hace falta, sino confianza y estrategia.

 

¿DE PUERTO VALLARTA Y BAHÍA DE BANDERAS PARA EL MUNDO?

 

Si tú eres productor personal, de alimentos textiles, bebidas o cosmética natural, puedes vender en el extranjero sólo necesito estar informado de qué normas existen para la exportación, como etiquetado certificaciones sanitarias O ecológicas a su vez, es importante que buscas plataformas como ConnectAmericas, ProMéxico o Amazon Handmade Global, qué están ayudando a muchos artesanos a llegar a Europa Y otros continentes. Eso no se trata de convertirte en una empresa multinacional de la noche a la mañana, sino de lograr asegurar que tu talento y tu trabajo tengan visibilidad y valor en el exterior.

Ahora bien, si tú eres distribuidor este podría ser tu momento. Existen productos mexicanos con muy buena demanda en el extranjero como café orgánico, miel, tequilas, arte huichol y Bordados, calzado hecho a mano y salsas. Acá tu tarea será identificar qué productos están cumpliendo con los requisitos de exportación y así trabajar en su logística para crear alianzas con comercios internacionales, este solamente con esos que están buscando productos con identidad y origen.

 

Por otro lado, si tú eres emprendedor de servicios digitales como el diseño, la traducción, la programación y marketing, educación y asesoría ya estás convirtiendo en forma global. Existen plataformas como Upwork o Workana que están conectando el talento local con clientes internacionales. Para esto, sería importante que creas tu marca personal con presencia en otros idiomas o pensar en paquetes que pudieran estar orientados a diferentes nichos extranjeros.

 

Para poder ver este salto, la clave estará informarte, asesorarte, establecer metas internacionales concretas y sobretodo dar pasos firmes. Actualmente tenemos a la mano herramientas, redes de apoyo y plataformas digitales disponibles que antes sólo estaban para las grandes empresas.

 

Internacionalizarse es una posibilidad real para quien se atreve a prepararse y actuar, ya no es un privilegio de unos cuantos.