EL ÁNIMO EMPRESARIAL PARA LA INVERSIÓN EN MEXICO
Los tiempos actuales nos están dando grandes desafíos, la inversión se presenta como la llave que abre las puertas del crecimiento y a la prosperidad.
Actualmente, el sector empresarial enfrenta la necesidad de mantener un ánimo sólido hacia las inversiones, no sólo como como el acto de fe hacia el futuro, sino como la estrategia calculada para asegurar una posición en el mercado global.
Haciendo un análisis del panorama actual, respaldado por la encuesta realizada a 3529 socios de COPARMEX a nivel nacional, #DataCoparmex2.0 , revela una dualidad en las percepciones y prioridades del empresariado mexicano. La información nos revela que las grandes empresas muestran mayor entusiasmo para invertir con un 51.5% tanto que las pequeñas empresas muestran un 38.3% y las medianas un 37.3%. Esto nos muestra importantes diferencias entre los tipos de empresas, basados en sus recursos y capacidades, a lo que nos plantea la siguiente pregunta: ¿Qué motiva o desalienta al empresariado mexicano en este momento?
Gracias a la recopilación de #DataCoparmex comprendemos que los principales obstáculos que percibe empresario para el crecimiento del negocio son contundentes: como la inseguridad (46%), la incertidumbre económica (46%) y política (48%) lideran las preocupaciones, lo que está reflejando un entorno donde la volatilidad y la falta de estabilidad están frenando las acciones de inversión. Entre otros factores como los impuestos (12%), la tramitología (12%), el costo de los insumos (18%) y la falta de recursos y créditos (20%), forman capas de complejidad por las que los empresarios deben andar.
En este escenario, las preferencias del empresariado están claras. El sector desea ver crecer sus negocios en áreas clave, que destacan desde la expansión internacional hasta la infraestructura para poder así aumentar su producción y servicios, pasando por la publicidad (implementando procesos digitales y de innovación) y la contratación de más colaboradores. Este ánimo de crecimiento, aunque se muestre un poco moderado ante los desafíos ya mencionados, nos indica un interés por explorar nuevas oportunidades y expandir horizontes.
Será crucial comprender que el ánimo para invertir no sólo es cuestión de optimismo, sino de confianza en que se den las condiciones para que permitan un retorno positivo. Las grandes empresas, con su capacidad de absorción de riesgos, muestran mayor ímpetu para invertir. A lo que las MiPyMEs, que representan la columna vertebral de la economía nacional, enfrentan mayores desafíos con un ambiente menos predecible, lo que está llevando a ser más cautelosas.
Aún así, es precisamente en estos tiempos de incertidumbre cuando la inversión estratégica pudiera marcar la diferencia. Aquellas empresas que logren superar cada obstáculo estará mejor posicionada para liderar en un entorno post crisis. Implicando así, no sólo invertir en activos tangibles, sino también en áreas como la digitalización, la innovación y la expansión hacia nuevos mercados.
El futuro pertenecerá aquellos, que incluso en los momentos más desafiantes, mantienen su visión y el coraje para invertir. El empresariado mexicano deberá haber más allá de los retos inmediatos y apostar por un crecimiento sostenido. Entender que las dificultades son reales, pero también lo son las oportunidades.
El liderazgo empresarial tiene la responsabilidad de entender el ánimo para invertir y no sólo por el bienestar de nuestras empresas, sino por el futuro económico de México.
Francisco Gabriel Vizcaino
Siempre el ánimo y la expectativa de vida será un factor importante para un empresario e incluso para aquellos que apenas inician con un negocio pequeño, eso es lo que impulsa su creatividad para enfocar su negocio a pesar de los obstáculos...
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